A comienzos del segundo milenio, llega a Sevilla Ken, hasta entonces el típico estudiante americano, que vive con su típica familia americana en la típica gran casa de un barrio residencial y cuya vida ha seguido paso a paso y punto por punto todos los tópicos que estamos acostumbrados a ver en las típicas películas americanas.
Ya en Sevilla, la ciudad más típico-tópica de España, Ken se aloja con una familia más sevillana que la Giralda e inicia un curso acelerado en españolismo, andalucismo y sevillanismo que sólo podía acabar de dos maneras: a) corriendo sin parar de vuelta a los USA b) cayendo fulminado por la idiosincrasia bética.
Ken se decidió por la segunda vía pero no sin antes hacer un master en procesiones de Semana Santa, bodas gitanas y humor de la calle que resolvió con cum laude, convirtiéndose él mismo en más trianero que muchos que han nacido a la sombra del puente del Guadalquivir