En 1509, a los treinta años de edad, Juana de Castilla, heredera del mayor imperio del mundo, fue encerrada en la tenebrosa fortaleza de Tordesillas y permaneció recluida durante más de cuarenta y seis años. La obra es un retrato psicológico de una mujer martirizada por su familia, vigilada por su propio hijo, Carlos V, y viuda de Felipe el Hermoso, a quien amó con locura. También es una crónica novelada de un período histórico repleto de intrigas, alianzas y guerras.