El libro de Anya Seton que inspiró la obra maestra del cine de Joseph L. Mankiewicz.
La historia de una mujer notable y el misterio y el suspense que la esperan en los magníficos pasillos de Dragonwyck.
Miranda Wells tiene dieciocho años y es la hija de un granjero en la América profunda. Está harta de batir mantequilla, de quitar las malas hierbas del jardín y de que la pretendan jóvenes granjeros sin gracia. Por eso, al recibir la invitación de un pariente lejano en Nueva York, Nicholas Van Ryn, para que se mude a su casa, se entusiasma y lucha por convencer a su madre y, sobre todo, a su padre, para que le permitan ir. La oportunidad de vivir en Dragonwyck, una gran mansión, el magnetismo que el misterioso Nicholas ejerce sobre ella y su modo de vida le parecen un sueño.
Sin embargo, bajo las torres góticas de Dragonwyck, sus jardines en flor y las granjas de los arrendatarios se esconden terribles secretos: la riqueza de los que tienen mucho y la miseria de los que no tienen nada, la lucha entre la libertad y las costumbres feudales, y el amor, la violencia y la oscuridad que a veces se esconden tras una apariencia bien distinta.
Nota:
Dragonwyck fue publicado por primera vez en 1944 y su éxito fue tal que fue llevado al cine en 1946, con Gene Tierney en el papel de Miranda y Vincent Price en el de Nicholas. Es una historia que, como pocas, muestra cómo se hunde el orden feudal en el Nuevo Mundo y cómo sale a la luz uno nuevo, con el coste que ello conlleva.