Aunque, a simple vista, no podían ser más distintos entre sí, en el fondo Magallanes y Elcano eran iguales: dos hombres de acción cuyo amor por el mar estaba por encima de todas las cosas.
En una época en que los capitanes de barco eran auténticos ídolos, ellos se embarcaron en una de las más increíbles aventuras que nadie pudiera imaginar. Un viaje alrededor del mundo sin destino fijo ni fecha de regreso. Hambre, tormentas, enfermedades…, no se libraron de nada.