El coronel británico Percy Harrison Fawcett —figura en que se inspiró Spielberg para su Indiana Jones— desapareció en la selva de Brasil en 1925. Amigo de H. Rider Haggard (el autor de Las minas del rey Salomón) y de Arthur Conan Doyle, que escribió la novela El mundo perdido tras haber leído sus diarios, estaba convencido —por un manuscrito encontrado en la Biblioteca Nacional de Brasil— de que sabía la localización de un lugar escondido, la ciudad perdida de “Z”. En su último viaje lo acompañaban dos muchachos, su hijo mayor Jack y un amigo de este, Raleigh Rimell. Ambos desaparecieron con él.
En 1953, tras años de esperanza e incertidumbre, el segundo hijo de Fawcett, Brian, ordenó y publicó los relatos de todos sus viajes junto con los últimos mensajes recibidos antes de su desaparición y la narración de los sucesos posteriores. La publicación entonces supuso un acontecimiento celebrado por escritores como Graham Green y Ernest Hemingway, y Hergé lo hizo personaje de Tintín (La oreja rota). Su historia fue llevada al cine dos veces, la última en 2016 (Z, la ciudad perdida, de James Gray).