En esta novela se concitan la fiebre de la carne y la más metódica crueldad: las aventuras frívolas, los amores desgarrados no son sino los estudiados movimientos de una partida de ajedrez entre el vizconde de Valmont y la marquesa de Merteuil, amigos, cómplices y antiguos amantes, dos poderosos aliados y temibles contrincantes. Valmont y Merteuil saben moverse como nadie entre los juegos de sociedad y conocen perfectamente la intrincada red de intereses y mentiras que rigen los salones y las alcobas. En las cenizas del deseo, ambos reinan incólumes, con una larga lista de conquistas a sus pies, si bien sus métodos son diferentes y habrán de verse fatalmente enfrentados. Las ilustraciones de Alejandra Acosta expresan de la manera más sugerente la sordidez tanática.