A mediados del siglo XXI la compañía multinacional Robot Systems logra fabricar robots indistinguibles de los seres humanos. Este logro tecnológico produce, no obstante, decepcionantes resultados prácticos. Los robots causan problemas desde el primer momento por la incertidumbre que generan entre las personas. Prolifera el rechazo y son sistemáticamente eliminados, al tiempo que surgen plataformas sociales pro derechos de los robots, cuyos militantes los han adquirido en todo el mundo para “liberarlos” y ocultarlos entre los humanos.
Mar, una empleada de Robot Systems, llega a un pequeño pueblo para investigar la posible presencia de un robot escondido. Durante sus indagaciones se enfrenta al miedo de los vecinos, a los caprichos de la familia que rige la localidad y a Automedonte, la temperamental inteligencia artificial que debe ayudarla.
El novelista y traductor literario Jon Bilbao firma con 'La auditora' su primer guión pensado para novela gráfica, donde vierte su talento junto con el del dibujante Javier Peinado. La periodista Laura Fernández destaca que “el evocador y durísimo, envolvente y fatídico retrofuturo imaginado por el tándem Bilbao/Peinado tiene ecos fascinantemente kubrickianos, bladerunnerescos y una protagonista condenada a pasar demasiado tiempo lejos de casa en pueblos-fábrica en los que los seres humanos se han convertido en piezas de un engranaje fatalmente rural, post-postindustrial, de tintes orwellianos. Se diría –añade Laura Fernández– que todo lo que late en 'La auditora' no lo hace por casualidad, o que el presente puede diseccionarse (a piezas) desde el futuro. Bienvenidos a la primera distopía burocrático-onírica patria, cazamascotas y teletransportadores incluidos”.