Creemos que no se puede hablar de ella en público, que los tampones y las compresas deben esconderse, que la sangre tiene que resultar invisible. En muchas partes del mundo, la pobreza, unida a las creencias culturales y religiosas, hacen que el tabú que existe en torno a la menstruación acabe por tener graves consecuencias. Hay niñas que no van a la escuela, mujeres adultas que dejan el trabajo e incluso infecciones que no son tratadas. La vergüenza deviene universal y el silencio, una norma global.
Solo sangre nos cuenta las estremecedoras historias de algunas de las más de 2.000.000.000 de personas en el mundo que menstrúan. Anna Dahlqvist ha viajado a la India, Uganda, Bangladés, Kenia y Estados Unidos para conocer, entrevistar y revelarnos, en definitiva, el coraje inspirador de unas mujeres que luchan contra el estigma creado en torno a la regla.