Ayla y Jondalar se despiden de los cazadores de mamuts y emprenden un largo viaje a través de Europa que durará más de un año, hacia las tierras de Jondalar, territorio de los zelandonii, lo que hoy en día es el Sur de Francia. La pareja, acompañada de dos caballos y un lobo amaestrado, se expone a grandes peligros al atravesar ríos, glaciares y desiertos.