Sin duda, la idea de escapar a lugares remotos para reconectarse con la naturaleza ha ampliado los límites experienciales, pero las cabañas tradicionales prevalecen como estructuras atemporales que celebran integrarse en el entorno. El vidrio y la madera cobran protagonismo como materiales predominantes utilizados por dentro y por fuera. Las generosas aperturas y su diseño, abren los espacios interiores a la luz del día y a las vistas. Los principios sostenibles evolucionan para reflejar el uso de materiales y tecnología que está intrínsecamente ligado a un lugar y a un tiempo. Tales principios ya se implantaron en la arquitectura vernácula mediante la consideración de factores geográficos, topográficos, climáticos, así como culturales e históricos.