Dos años antes de que Beatrice Prior tomara su decisión, el hijo del líder de Abnegación, de solo dieciséis años, hizo lo mismo. El traslado de Tobias a la facción osada es su oportunidad de empezar de nuevo. Allí no lo llamarán por el nombre que le pusieron sus padres. Allí no permitirá que el miedo lo convierta en un niño asustado.
Tras rebautizarse como Cuatro, en la iniciación descubre que tendrá éxito en Osadía. Sin embargo, la iniciación no es más que el principio: Cuatro debe reclamar su puesto en la jerarquía osada, y sus decisiones afectarán a los futuros iniciados y revelarán secretos que suponen una amenaza tanto para él como para el futuro de todo el sistema de facciones.
Dos años después, Cuatro está dispuesto a entrar en acción, pero el rumbo que tomará todavía no está claro. Es posible que la primera iniciada en saltar a la red lo cambie. Es posible que con ella se despeje el camino a un mundo mejor. Es posible que con ella vuelva a ser Tobias.