Todo comienza en la boda de Lucía con Eduardo, el futbolista. La familia de este, los Echevarría, viven angustiados ante los graves problemas que les acucian y necesitan de un hombre como Garrincha para intentar resolverlos.
Los inspectores de la Ertzaintza, Sara Cohen y Miguel Fabretti, están detrás del mismo asunto y el conflicto está servido. Negocios turbios del pasado y un presente que angustia a los Echevarría. Todos son sospechosos.
Es una novela con fuerza, con unos protagonistas muy bien dibujados, una intriga difícil de resolver y un Garrincha enorme, capaz de mantenernos en vilo hasta el final.