Un demonio de siete cabezas tienta a las familias empresarias a que caigan en los siete pecados capitales. Su nombre, OCAIDIS, es un acrónimo formado por las iniciales de cada una de sus siete cabezas: Olvido de que el sustantivo es empresa, Confusión de propiedad y capacidad, Adenización, Incomunicación, Desafección, Improvisación y Soberbia. Cometer estos pecados acelera la muerte de las empresas familiares. Para combatirlo, existe una legión de ángeles protectores que conviene que todos los integrantes de las familias empresarias conozcan con objeto de preservar su continuidad. Siete ángeles menores y tres mayores. Los primeros son: el exorcismo, para conocer los peligros; el genograma, para entender el sistema familiar; el diagnóstico de las fortalezas y áreas de mejora; el árbol para la toma de decisiones; los círculos, para entender los intereses legítimos; el canvas, para definir el modelo de negocio de las relaciones familia-empresa; y la constitución para regular las relaciones familia-empresa.
Con esta metáfora, el autor agrupa de forma comprensible para el lector no profesional los principales riesgos que corre la empresa familiar por razón de su propiedad, y las herramientas que tiene para evitarlos.
El libro ayuda a compaginar las dos fuerzas de este tipo de empresas: la generación de riqueza y la búsqueda de la felicidad de los integrantes de la familia.