Los Aventureros, Yolo, Mariana, Nando y Panda, heredan una antigua mansión de parte de una tía lejana, pero para poder reclamarla deberán pasar la noche allí. Cuando llegan, son recibidos por unos extraños criados y un misterioso mayordomo ciego, quienes les hacen un recorrido por las habitaciones de la Mansión Oscura, donde la tía Petunia guardaba sus mayores tesoros: la Sala Medieval, la Sala de la Calavera Atómica y la Sala Egipcia. Panda desconfía de todo y está muy asustado, así que toma prestado de una momia un antiguo amuleto que protege contra todo tipo de hechizos o entidades: el Ojo de Horus.
En la mitad de la noche, Yolo, Mariana y Nando son hechizado por el fantasma de una mujer que perdió a sus hijos y ahora busca unos nuevos. Los Aventureros hechizados quedan encerrados en sus propias pesadillas: un reino sin amigos invadido por ogros robóticos, una isla con monstruos gigantes y una interminable clase de geometría. Panda se salva de tener una pesadilla gracias el amuleto egipcio y, con un anillo que le robó al mayordomo, puede entrar al sueño de sus amigos; gracias al trabajo en equipo y a la amistad, logra liberarlos.
Al final, logran vencer los hechizos de la Llorona y descubren que el malvado mayordomo ciego no es ni malvado ni ciego; la mansión oscura pasa a ser propiedad de Yolo Aventuras, pero la usarán solo para ocasiones especiales y la convertirán en un museo de terror.