Con la publicación en 1871 de The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex (El origen del hombre y la selección en relación al sexo) Charles Darwin culminaba la exposición pública de su teoría de la evolución. En esta obra Darwin presenta sus ideas sobre la evolución humana, el lugar de la humanidad en la naturaleza, las estrechas relaciones biológicas con los parientes primates no humanos y la importancia de la evolución sexual. Su tesis primordial fue que los humanos compartían con los otros primates atributos estructurales y físicos, conclusión a la que llegó basándose en datos extraídos de estudios de anatomía comparada, fisiología y embriología. Adelantándose a los debates sobre la cuna de la humanidad, Darwin sugirió en su libro que nuestros primeros ancestros habían vivido en el continente africano, conjetura que sería confirmada en el siglo XX por los descubrimientos de la paleoantropología. Darwin concluía su libro afirmando que de todas las causas que habían llevado a las diferencias de los aspectos externos entre las estirpes humanas, y en cierta medida entre éstas y los animales inferiores, la más eficaz había sido la selección sexual.