¿Qué es exactamente la educación sexual? ¿Enseñar biología de la reproducción? ¿Explicar cómo son los anticonceptivos? ¿Insistir a los jóvenes que tengan cuidado con los riesgos? Por cierto, ¿las personas adultas no necesitan educación sexual? La finalidad de educación sexual no se limita a evitar embarazos no deseados y/o infecciones, también protege a las personas de situaciones de vulnerabilidad y abuso, dinamita los mitos y tabúes que generan malestar, frustración, culpa, vergüenza, disfunciones sexuales,...
Educación y salud son inseparables. Conocer nuestra sexualidad nos permite disfrutar de una mejor salud, promueve la libertad y la autonomía, tomar las riendas y la responsabilidad de nuestros autocuidados, así como también saber reconocer cuándo necesitamos recurrir a atención profesional. La educación sexual es ante todo protección de los derechos humanos (los derechos sexuales y reproductivos). Y si hablamos de derechos, también hablamos de responsabilidades, para no dañar ni ser dañados.
Este libro nos ayuda a conocernos mejor, pero también fomenta el espíritu crítico, el respeto y la tolerancia hacia todos los seres humanos. Más que un libro para adolescentes, es para a partir de la adolescencia, ¿acaso las personas adultas no tenemos nada que revisar acerca de los mitos y tabúes de nuestra cultura que nos atraviesan?