El tema central de este libro es el lenguaje del derecho. El interés teórico y filosófico por el análisis lingüístico del derecho, tiene algunos antecedentes en el siglo XIX, pero su pleno desarrollo sistemático sólo pudo comenzar como consecuencia del intenso despliegue de la filosofía analítica, iniciada en las primeras décadas del siglo xx por Frege, Moore, Russel, Wittgenstein, Austin, Tarski, Carnap y Ayer, entre otros. En su concepción, los problemas filosóficos son esencialmente problemas lingüísticos y su solución requiere una reforma del lenguaje o una elucidación más adecuada de su funcionamiento.
Este marcado interés por el lenguaje que implicó el desarrollo de la lógica moderna, encontró una amplia resonancia en otros campos científicos, y tuvo un gran impacto también en la filosofía del derecho. Las obras ya clásicas de Kelesen, Hart, Ross y Bobbio, y los trabajos más recientes de Wright, Raz, Nino, Guastini, entre otros, dan buena prueba de ello.