¿Has sentido alguna vez que hay monstruos a tu alrededor?
Mi nombre es Alma y, antes de verme arrastrada por los siniestros acontecimientos de esta historia, llevaba una vida de lo más normal. Estudiaba periodismo en la universidad y compartía piso con mi mejor amiga desde la infancia, Magalí, quien ejercía también de hermana mayor para mí.
Todas mis desgracias comenzaron una noche, cuando Magalí me arrastró a un club nocturno con sus amigas. Ella se encontró mal y, tras dejarla sola un instante, desapareció. Cuando la encontré, en un callejón oscuro y sucio, un extraño hombre le desabrochaba la blusa mientras ella era incapaz de reaccionar. Aunque el miedo me hacía temblar, me lancé a defenderla con uñas y dientes.
Tras la fuga inexplicable del agresor, solo quedó una pastilla violeta que la policía identificó como Dulces Sueños, una nueva droga para violaciones. Sin embargo, yo tenía la extraña sensación de que aquel hombre, demasiado fuerte, rápido y con unos colmillos terroríficos, no buscaba satisfacción sexual, sino algo aún más siniestro.
Decidí investigar aquellas drogas, lo que me llevó a enfrentarme a peligrosos narcotraficantes y a toparme con una hermandad oculta de hombres tan poderosos y sádicos que comencé a sospechar que eran algo más terrorífico que simples seres humanos.
Ellos son la fuente de todas mis desdichas. Por ellos me encuentro en esta situación. ¡Y juro que a ellos se lo haré pagar todo!
Te doy la bienvenida al inicio de mi saga que, sutilmente, he titulado: Muerte por Colmillos.
Espero, por tu bien, que no tengas fobia a la sangre.