Octubre de 1987: la mañana después de la Gran Tormenta de Londres. Tania Mills, de quince años, sale por la puerta de su casa y desaparece. Más de veinte años después, su madre todavía espera su regreso. La detective Sarah Collins del departamento de Homicidios de la policía de Londres está decidida a averiguar qué sucedió, pero la interrumpe otro caso terrible que la obliga a volver a trabajar con una joven y problemática oficial de policía que conoció en su pasado.
La agente Lizzie Griffiths, ahora detective en plena carrera ascendente, está trabajando en la Unidad de Violencia Doméstica. Debe acudir a una llamada por un incidente de maltrato a una mujer, y se encuentra con un hombre agresivo y violento y con una joven demasiado asustada para poder pedir ayuda. Desde ese momento, Lizzie se ve atrapada en una arriesgada investigación, mientras lucha para proteger a esa madre y a su pequeña hija en peligro.
A medida que los dos casos avanzan con giros de guión absolutamente inesperados, Sarah y Lizzie deben sobrevivir en ese incierto territorio donde el amor y la violencia son las dos caras de una misma moneda.