El 1 de mayo de 2011 el papa Benedicto XVI beatificó a su predecesor Juan Pablo II. Desde su anuncio, la
beatificación causó malestar y sorpresa en importantes sectores de la Iglesia católica. Pero esta fulminante y
cuestionada decisión no era sino una consecuencia de la larga relación que unió durante años a estos dos hombres que
han regido sucesivamente el destino de la Iglesia, empeñados ambos en un giro conservador que disgusta a los sectores
más progresistas del catolicismo. El prestigioso teólogo Juan José Tamayo analiza en este libro estos dos papados de
gran repercusión mediática -sobre todo el primero- e influencia política, que han marcado un rumbo de la Iglesia en las
últimas décadas. Y aborda los entresijos del idilio que vivieron Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger durante casi
cinco lustros con un reparto de papeles que siempre respetaron. El primero se convirtió en uno de los grandes actores
del siglo XX en todos los escenarios, mientras que el segundo ejerció el papel para el que estaba especialmente
capacitado, el de ideólogo y guionista de la obra que le tocaba representar al papa y cuya idea central era la
restauración de la Iglesia católica. El guión incluía la revisión del concilio Vaticano II; el restablecimiento de la
autoridad papal, devaluada en la etapa posconciliar; la afirmación del dogma católico, cuya interpretación única era
cuestionada por los propios teólogos católicos; la nueva evangelización; la recristianización la Europa; la vuelta a la
tradición; el freno a la reforma litúrgica; la confesionalidad de la política y de la cultura; la defensa de la moral
tradicional en toda su rigidez en materias que hasta entonces eran objeto de un amplio debate dentro y fuera del
catolicismo, como la familia, el matrimonio, la sexualidad, el comienzo y el final de la vida, etc.