Estamos ante una especie de vademécum para el diálogo entre creyentes y no creyentes. Lejos de la frialdad del estudio académico, estas páginas rezuman una experiencia vivida, el resultado de innumerables lecturas y del contacto personal con personas que no creen. Esta obra se coloca admirablemente a caballo de dos pontificados. El de Benedicto XVI, quien propuso la idea del Atrio de los Gentiles, un lugar de encuentro entre creyentes y no creyentes. Y el del papa Francisco, que invita a los fieles a salir del recinto cálido de la propia tribu para dirigirse hacia las periferias del mundo, las «periferias existenciales» en donde vive el otro. El Prof. Torralba ha preferido usar otra imagen elocuente: la de la tierra de nadie, la frontera, el confín, donde creyente y no creyente se encuentran en la búsqueda del sentido último de las cosas.
Este encuentro entre creyentes y no creyentes acontece cuando se dejan atrás apologéticas feroces y profanaciones devastadoras, cuando se retira el manto gris de la indiferencia y la superficialidad que sepulta el anhelo profundo de búsqueda y, en cambio, se revelan las razones profundas de la esperanza del creyente y la espera del agnóstico.